Hoy os quiero hablar de los beneficios de las proteínas
vegetales, una opción a las proteínas animales muy interesante y muy saludable.
Muchos de vosotros ya sabéis que yo no como carne, para los
que no lo sabíais os cuento que hace ya
7 años dejé de comer carne, empecé a sustituirla por proteínas vegetales, y el
siguiente paso fue sustituir también todos los alimentos derivados de los animales
como la leche, yogurt, queso, huevos por productos de origen vegetal o de
agricultura ecológica.
Lo único que no he sustituido por ahora, porque creo que es
necesario para el cuerpo, es el pescado, importantísimo por su alto contenido
en Omega 3, ácido graso esencial que el cuerpo no produce y necesita. Aunque si
que como pescado procuro que sea de pesca sostenible.
Sabiendo esto os voy a contar las opciones que existen en el
mercado como proteína vegetal y el porque es más sano comer proteína vegetal
que la proteína animal.
Cuando hablamos de proteínas vegetales seguro que a todos
nos viene a la mente como primera posibilidad la soja y sus derivados, y tenéis
razón pero hay muchas más opciones para conseguir este necesario e importante
nutriente como es la proteína.
Por un lado como os digo tenemos la soja y sus derivados.
El tofu es uno de esos alimentos mal entendidos, los
primeros comentarios que escucho de alguien que no está acostumbrado a este
alimento es “no tiene sabor” “está soso” “no sabe a nada” y es verdad el tofu
tal cual no tiene sabor, bueno no tiene mucho sabor, pero eso es lo bueno de
este alimento que podemos marinarlo a nuestro gusto y darle diferentes toques,
más cítrico con marinados con limón, más fresco con marinado con hierbas y
especias, o con un toque más fuerte y sabroso marinándolo con salsa de soja.
Y esto nos lleva a la salsa de soja, que también está mal
utilizada, no solo se usa para “mojar” el sushi o para los tallarines chinos,
sino que se puede usar para marinar, mezclado con limón es perfecto como toque
oriental en una ensalada y como se puede encontrar con texturas más intensas y
más ligeras podemos graduar la intensidad de la salsa sin problema.
Los brotes de soja van perfectos para dar ese toque exótico
a los tallarines o la ensaladas sin perder su fuente de proteínas.
Y ahora pasamos a tres texturas para poder crear platos
principales y esas son el seitán, el tempeh y el miso .
El seitán es conocido como la carne vegetariana, sacado del
gluten de trigo y tiene una interminable lista de formas de prepararlo, frito,
asado, cocido, rebozado (este cuidado con las harinas), empanado etc. Es uno de esos productos que en unos
espaguetis con carne le añadimos seitán en vez de carne la diferencia es mínima
y se puede llegar a “engañar” a un carnívoro por su textura y apariencia
similar a la carne.
El Tempeh es el resultado de la fermentación de las semillas
enteras de soja, a diferencia del tofu, en forma de ladrillos, es originario de
Indonesia. Una de las formas de utilizarlo al igual que el tofu, es marinándolo
y después darle un toque a la sartén o wok, con la diferencia que el tempeh si
que tiene un sabor como más intenso como con toque de champiñones o incluso
carne.
El miso es una pasta fermentada y aromatizada hecha con
semillas de soja muy popular desde hace siglos en China y Japón. Con enzimas que ayudan a la digestión y con
la fama de que la versión sin pasteurizar puede reconstruir la flora intestinal
este producto es una gran opción y se pueden encontrar en diferentes formas,
miso blanco, rojo o negro usados sobre todo en la cocina sushi.
Pero dejando atrás los derivados de soja también hay otros
alimentos en nuestra dieta que nos aportan grandes cantidades de proteínas como
son:
Las legumbres, que es un tipo de fruto seco, y han sido cultivadas durante siglos, y
dentro de sus variedad no encontramos gran variedad de diferentes nutrientes de una legumbre a otra,
entre ellas podemos encontrar alubias, lentejas, judías, alfalfa, guisantes,
habas, altramuces, cacahuetes y soja.
Los Frutos secos, que por definición son los alimentos de
composición natural que tienen menos del 50% de agua en su composición. Con
alto contenido en proteínas y de ácidos grasos omega 3, por esto mismo hay que
tener cuidado con su ingesta porque son muy calóricos, y siempre intento
consumir las versiones naturales, o tostadas, no fritas.
Las algas marinas, eso si las comestibles, con sus posibles
versiones de algas verdes, rojas y pardas, siendo una parte imprescindible de
la alimentación en China, Japón y Corea, perfectas para ensalada aunque con
cuidado porque pueden causar un efecto laxante.
Y como último alimento que nos proporciona proteína vegetal
voy a hablar de la levadura de cerveza, que no es nada más y nada menos que un
hongo unicelular, que tiene la fama de mejorar la piel y ayuda el crecimiento
del pelo, aunque yo me quedo con el alto nivel de proteínas y que regula el
azúcar en la sangre.
Y ahora os quiero contar el porque de sustituir las
proteínas animales por las proteínas vegetales.
* No contienen colesterol.
* Tienen fibra.
* Fáciles de digerir.
* Son menos acidificantes de nuestra sangre, van acompañadas de más minerales.
* Contienen menos purinas y se eliminan mejor.
* Contienen menos grasas y son insaturadas.
* En el intestino se fermenta y no se pudre como la carne. La vitalidad de la carne baja al momento mientras que las proteínas vegetales duran hasta semanas sin perder vitalidad, por eso no se pudren sino que fermentan.
* Sobrecargan menos el hígado y los riñones.
* Ideales para dietas bajas en calorías.
* Son más baratas para nuestra economía y la del planeta.
Espero que os haya gustado y que os haya animado a probar
otro tipo de fuente de proteínas y que podáis disfrutarlo.
Pronto empezaré a subir mis recetas vegetarianas usando este
tipo de proteínas vegetales.
No os perdáis otros post de cocina.
Hasta la próxima,
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